¿Qué es el Passivhaus?
La tendencia o estilo arquitectónico Passivhaus consiste en reorientation el sector de la construcción hacia unas prácticas más sostenibles haciendo para ello uso de energías renovables, una buena disposición de ventanas, protectores solares, la entrada suficiente de iluminación natural a las viviendas y un diseño pensado en un consumo racional de los recursos.
El Passivhaus está conformado por algunos principios básicos de diseño y ejecución que repasamos a continuación.
Un buen aislamiento térmico
Un correcto aislamiento térmico es beneficioso en cualquier época del año. La vivienda reduce su demanda energética y las fugas de temperatura con envolventes de suficiente grosor que sirvan para cerrar espacios exteriores, la cubierta y la solera de los edificios.
Ventanas de calidad que eviten fugas y permitan el paso de luz natural
Uno de los puntos débiles de muchas viviendas es la fuga de energía y temperatura en los huecos de puertas y ventanas. El método Passivhaus apuesta en el caso de estas últimas por dotar de mucha importancia a su diseño u colocación durante la obra. Así, las ventanas más adecuadas para ganar en confort térmico en los edificios son las que tienen doble o triple vidrio y están rellenas de gas inerte, ya que esto asegura reflejar el calor al interior de la vivienda en invierno y mantener la estancia libre de altas temperaturas en verano.
Eliminar la presencia de puentes térmicos
Los puentes térmicos son espacios como las juntas, las esquinas o los ejes, lugares donde la transmisión del calor es más potente. Estos espacios generan importantes pérdidas de temperatura que acaban incidiendo en un mayor consumo eléctrico. El modo de enfrentar esa situación es no interrumpir la capa de aislamiento, usar materiales con resistencia térmica superior en caso de no cumplir el primer punto y cuidar bien las juntas entre los elementos constructivos.
Garantizar la hermeticidad
Los edificios Passivhaus son aquellos en los que la envolvente asegura un alto grado de hermeticidad. Nuevamente entran en juego las juntas en el proceso constructivo. La hermeticidad se mide mediante pruebas de presión que se basan en conocer cuál es la diferencia de este parámetro físico entre el interior y el exterior de la vivienda. Un edificio estándar en este método obtiene resultados de 0,6 renovaciones de aire por hora en un diferencial de 50 pascales.
Recuperar el calor mediante la ventilación mecánica
En todas las viviendas se producen pérdidas de calor por el uso de electrodomésticos o la presencia de personas en ella. El método Passivhaus trata de sacar partido de este calor a través del sistema de ventilación precalentando el aire limpio entrante antes de expulsar el aire viciado.
Los edificios construidos siguiendo estas premisas requieren bajos caudales de aire para recuperar calor en sus diferentes estancias. Además, estos procesos no necesitan una gran inversión en sistemas de calefacción, sino que basta con una pequeña estufa correctamente instalada.
El objetivo último de este método de construcción es asegurar un mayor confort térmico en las viviendas y edificios. Un diseño totalmente orientado al Passivhaus puede reducir hasta en un 75% las necesidades de calefacción y refrigeración.